Es la noche más divertida de todas, de los niños/as y de los monitores/as. Nos tiramos todo el día preparando disfraces, escenarios, maquillajes... para que luego se pase en un momento. pero merece la pena por sólo ver la cara de vuestros hijos/as cuando gritan, corren, y disfrutan de lo lindo.
Les dimos un pequeño susto porque cuando llegaron a las habitaciones les hicimos creer que se había ido la luz, y allí estábamos los monitores escondidos y bien disfrazados, vamos que hubo muchos que no nos conocían.
La verdad que este día las relaciones entre ellos se afianzan porque el trabajo en equipo es fundamental para conseguir un buen pasaje del terror, y lo han hecho genial, aquí tenéis las fotos.























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